miércoles, 21 de octubre de 2009

La Hiedra

Poniéndole trabas al corazón.
¡Tropiezo y caigo!
¡Quiero escapar! 

(Como solo lo anhelan los condenados), 
(como solo lo sueñan los amordazados del fuego al milagro).

De un salto me desprendo de tus labios.. ¡Y CAIGO!.
Otra vez caigo, 
y duele, 
lastima, 
HIERE, 
alejarme de tu tacto.

Tu preciado tacto. 
Vuelvo y vuelvo a escapar.. 
Me escapo de tus ojos, 
tus anhelados ojos.

Te espío .. 
Te deseo.. 
Te busco 
Te encuentro.. 
¿Por cuánto tiempo te tengo? 

Llenarás de flores mi pecho,
de rosales imponentes 
y seré también la hiedra, 
la hierba que trepa y crece...

Que trepa y crece.

+Escencia+
(05/10/09)