viernes, 11 de septiembre de 2009

El reloj

Un Día asqueroso más,

Y yo me aplasto cada vez que el reloj suena.

Como si el corazón se hiriera,

dejando los sueños atrás.

+Escencia+

(21/11/06)

1 comentario:

E. dijo...

Una forma muy concisa de recordarnos que cada día, cada hora, cada minuto que dejamos correr enfrascados en las preocupaciones de la vida o en el más estéril ocio es tiempo que se resta a nuestros sueños, a todo aquello que anhelamos alcanzar y que huye de nosotros, de manera intangible y esquiva, dejándonos anclados en un presente de insatisfacción mientras a nuestras espaldas sólo parecen quedar las ruinas de cosas que hemos perdido para ya nunca recuperar...